Cómo usar la inteligencia artificial de manera segura en la práctica legal
La inteligencia artificial se ha convertido en una de las herramientas más comentadas en el mundo jurídico. Cada vez más abogados recurren a sistemas como ChatGPT para redactar borradores, resumir documentos o incluso explorar líneas argumentales. Sin embargo, la pregunta clave es: ¿cómo aprovechar estas ventajas sin poner en riesgo la credibilidad profesional?
Los riesgos de usar IA sin precauciones
Si bien la IA puede ahorrar tiempo, también presenta peligros concretos:
- Alucinaciones jurídicas: inventa jurisprudencia, doctrina o normas.
- Desactualización normativa: mezcla leyes vigentes con derogadas.
- Falta de contexto local: muchos modelos están entrenados con información extranjera.
- Problemas de confidencialidad: los datos cargados pueden almacenarse en servidores externos.
Estos riesgos no son menores. Un error en un escrito no solo puede costar una sanción judicial, sino también la pérdida de confianza de los clientes.
Buenas prácticas para abogados que usan IA
Para evitar estos problemas, existen algunas pautas esenciales:
- Usar la IA como apoyo, no como reemplazo. Nunca delegar en ella el análisis crítico ni la decisión final.
- Verificar siempre las citas y referencias. Todo fallo, ley o doctrina sugerida debe contrastarse con la fuente oficial.
- Resguardar la confidencialidad. Evitar subir datos sensibles a plataformas abiertas que no garanticen seguridad.
- Elegir herramientas jurídicas específicas. Son más confiables que los sistemas genéricos porque están entrenadas en derecho y reducen al mínimo las invenciones.
ArchivosYa: IA pensada para abogados
En este escenario surge ArchivosYa, una solución diseñada para profesionales del derecho que quieren aprovechar la IA sin correr riesgos.
A diferencia de las plataformas genéricas, ArchivosYa está entrenada con jurisprudencia y normativa argentina, lo que asegura relevancia y precisión. Además, ofrece:
- Asistentes jurídicos especializados por fuero.
- Buscador de jurisprudencia potenciado con IA, que hace más rápidas y precisas las consultas.
- Asistentes auxiliares, que redactan negaciones, extraen datos clave, formulan relaciones de causa, resumen doctrina y elaboran sumarios de fallos.
- Privacidad garantizada, ya que los documentos no se usan para entrenar modelos externos.
Todo esto en una plataforma accesible, intuitiva y lista para usar.
Conclusión
La inteligencia artificial puede ser una gran aliada de la abogacía, siempre que se use con criterio y responsabilidad. Para no correr riesgos innecesarios, lo mejor es apoyarse en herramientas jurídicas específicas, que combinan la potencia de la IA con la seguridad que exige la práctica profesional.
Con ArchivosYa, los abogados pueden trabajar más rápido y con mayor precisión, sin temor a inventar jurisprudencia o comprometer la confidencialidad.
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